Comparar es fijar la atención en dos o más objetos para descubrir sus relaciones o considerar sus diferencias o sus semejanzas.
La diferencia es la calidad o accidente por la que se distingue una cosa de otra, o la variedad entre cosas de una misma especie.
La equivalencia es la igualdad en el valor, estimación, potencia o eficacia de dos o más cosas o personas.
La igualdad es la conformidad de alguna cosa con otra cosa en naturaleza, forma, calidad o cantidad, o la correspondencia y proporción que resulta de muchas partes que uniformemente componen un todo.
Antes de comparar es preciso plantearse “¿Qué podemos comparar” o mejor dicho, “¿Qué ámbitos de comparación pueden existir?”. Con la intención de ordenar y estructurar todos los ámbitos y campos de conocimiento, hemos definido unos ámbitos y un listado en el que se desarrollan.
Hay tres grandes ámbitos: la naturaleza, el ser humano y lo que hace el ser humano. Estos ámbitos y el listado en el que se desarrollan determinan desde qué puntos de vista podemos describir un objeto y también desde qué puntos de vista podemos comparar diferentes objetos entre sí.
Dentro de lo que hace el ser humano, destacamos la sociedad y la cultura. Una de las comparaciones fundamentales es la comparación entre diferentes territorios con diferentes culturas. Unas comparaciones, las culturales, que están muy relacionadas con la comparación relativa al clima o a la historia.
¿Con qué podemos comparar?
Comparaciones en relación al contexto:
Según significado popular/común de un grupo social determinado. Por ejemplo, en el pueblo valenciano de Buñol el tomate es un símbolo de su fiesta mayor, la tomatina.
Los tipos de métodos comparativos se pueden resumir a través de los dos primeros de los cinco métodos inductivos del filósofo John Stuart Mill: el método de la concordancia, que consiste en el estudio centrado en las características que coinciden, y el método de la diferencia, que consiste en el estudio centrado en las características que difieren.
En paralelo a esta distinción entre concordancia y diferencia, también se puede distinguir entre el denominado diseño de sistemas más similares, que consiste en comparar casos lo más parecidos entre sí posibles, y el diseño de sistemas más diferentes, que consiste en comparar casos lo máximo de diferentes entre sí.
La combinación del método de la concordancia, el método de la diferencia, el diseño de sistemas más similares y el diseño de sistemas más diferentes dan como resultado cuatro grandes tipos de métodos comparativos:
Por ejemplo: para identificar cuál es el medicamento que cura una enfermedad se puede estudiar: