El orden de aplicación de los métodos es una propuesta flexible. En función del proyecto, este orden puede cambiar, y algunos métodos será necesario trabajarlos de manera paralela.
Podemos distinguir entre dos tipos de métodos, según su función. El método léxico, semántico y conceptual, el método clasificatorio y el método comparativo se pueden considerar métodos posibilitadores, que hacen posible la aplicación del método sistémico y el método histórico, mientras que el método sistémico y el método histórico se pueden considerar métodos contextualizadores, que interpretan y dan significado a los anteriores.
Por lo tanto, en principio, el método léxico, semántico y conceptual, el método clasificatorio y el método comparativo se trabajan en primer lugar, en paralelo, y el método sistémico y el método histórico se trabajan a continuación, uno tras otro, aunque hay conexiones como por ejemplo en la parte del método léxico, semántico y conceptual que estudia el origen y la evolución de las palabras, que conecta con el método histórico.
En realidad, todos los métodos tienen puntos de conexión con los demás, y el orden de aplicación vendrá marcado por varios factores condicionantes, especialmente la complejidad del tema y el nivel de profundidad del proyecto de investigación.
Si el tema es más complejo, o si el nivel de profundidad del proyecto de investigación tiene que ser muy grande, será preciso ir trabajando todas las posibles conexiones entre métodos, y por lo tanto ir trabajando los cinco métodos de manera paralela.
A continuación nos fijaremos en los ámbitos y subámbitos en cada uno de los siguientes períodos históricos: Paleolítico, Neolítico, Edad Media, Edad Moderna y Edad Contemporánea. Para cada ámbito y subámbito en cada uno de los períodos, destacaremos los hitos más importantes.
El ser humano hace cosas desde su perspectiva personal, otras desde la empresa.
Nosotros nos concentramos en la empresa. Es decir, cualquier cosa que queramos comprender, es un elemento de la empresa.