El método histórico se focaliza en el origen y evolución del tema de estudio, y se concreta en una cronología de épocas e hitos.
El conocimiento es algo cultural e histórico, que está vinculado con el espacio y el tiempo en qué nos encontramos. Integramos a nuestro saber las cosas que son accesibles para nosotros, y esto va cambiando con el tiempo.
Es importante que todo esté documentado. El gran problema, para el conocimiento, es que no haya datos. Esto sucede a menudo, por ejemplo, cuando se estudian el Paleolítico, el Neolítico o las antiguas civilizaciones. Otro ejemplo es el hecho de que no exista una receta canónica de la tortilla de patatas.
Es importante conocer la historia más allá del tema de estudio. Tener cultura general y conocer la historia de la humanidad, a un nivel mínimo, es importante para comprender cualquier cosa, ya que las cosas siempre son en relación a su contexto.
Un mapa histórico, con una cronología de las épocas y de los hitos que han provocado un cambio de paradigma.