El método comparativo consiste en establecer paralelismos con otros objetos de estudio, en su conjunto o de manera parcial, analizando semejanzas y diferencias.
Para establecer paralelismos con otros objetos de estudio para obtener y descubrir datos concretos para comprender mejor el objeto de estudio.
También nos ayuda a comprender la composición o el comportamiento de los objetos y de los procesos, y puede permitir entender la respuesta a ciertos procesos por similitud. “Si en este caso pasa esto, en este otro caso es probable que pase lo mismo”.
Comparar nos ayuda a contextualizar, a entender qué aporta el objeto al entorno y al grupo. A través de las semejanzas y diferencias con otros, entenderemos dónde lo situamos.
Para la generación de ideas, la comparación tiene una gran utilidad. La comparación nos ayuda a conocer posibles sustitutos. Por ejemplo, en restauración gastronómica, podemos identificar un nuevo producto que pueda sustituir a otro en una elaboración.