En este trabajo se comprende aplicando Sapiens qué es el pensamiento crítico y porqué es tan importante para la metodología de Sapiens.
Una vez realizado este trabajo, establecemos al final del documento las similitudes y diferencias entre la metodología de Sapiens con el pensamiento crítico y concluimos que son compatibles ya que abarcan el mismo problema (desconfianza y cuestionamiento del status quo), pero ocupando diferentes espacios explicativos: mientras que Sapiens ayuda en el cómo comprender y conectar el conocimiento, el pensamiento crítico cuestiona la información y el conocimiento para asegurar que aquello que comprendemos tiene una coherencia y veracidad
La metodología Sapiens presenta una cercanía notable con el pensamiento crítico. Ambas posiciones parten de la necesidad de cuestionar el status quo y lo hacen a partir de la inconformidad ante aquello que se nos dice que es la realidad y el conocimiento. Para satisfacer esta inconformidad, ambas se dotan de herramientas que le permiten ir más allá de aquello conocido, generando nuevos contenidos cognitivos.
La primera disconformidad de Sapiens viene de su creencia en que todo está conectado y, por ello, no podemos conocer una cosa desde un solo prisma (como se inculca en la sociedad de especialización actual) sino que es necesario comprender las cosas desde una visión holística. La segunda disconformidad por la cual aplica pensamiento crítico es uno de los problemas más graves de la sociedad actual: la posverdad y la infoxicación. Sapiens nace de esta forma para ofrecer una herramienta que facilite la comprensión de las personas, alejándolas de una visión simplista de su objeto de estudio y del mundo en general.
Podemos entender así que Sapiens se nutre tanto de la teoría de sistemas como del pensamiento crítico, ya que emplea la primera para dar salida a la segunda. En otras palabras, Sapiens busca aumentar nuestra comprensión de la realidad sin aceptar aquello dado por nuestro contexto (pensamiento crítico) y para ello, propone cinco métodos que nos permiten una aproximación hacia el conocimiento del objeto de estudio en relación con el resto de los objetos, pertenecientes a su sistema y a otros sistemas (teoría de sistemas).
El pensamiento crítico emerge en nuestros días para luchar contra la posverdad y la infoxicación. Si no se utiliza la capacidad analítica y el pensamiento crítico, estaremos abriendo el camino a cualquier teatrillo de turno. Desde la época del emperador Tito Livio, las actuaciones en el Coliseo eran realizadas con el fin de encubrir asuntos polémicos y entretener a la población. Este fenómeno nos resulta familiar en nuestra época, donde las nuevas tecnologías y redes sociales nos dan facilidades para acceder a información pero no para distinguir entre el grano y la paja. El pensamiento crítico nace del asombro filosófico (¡detrás de la realidad hay algo!), curiosidad y cuestionamiento (necesidad de entender, salirse del status quo, para ir más allá de lo que es nuestra realidad conocida actual).
Significado corriente: pensar en contra de algo o alguien y hacerlo público.
Etimología: la palabra crítica está derivada de la palabra criterio (el concepto, el mecanismo), misma raíz griega kri(n)- (derivada del proto-indoeuropeo *kr̥n-, que en latín también da palabras como secretum, discernere), en su objeto de discernir la verdad evidenciando, previamente, la falacia o el error (ensayo y error).
Del latín criticus-a-um, qe en la lengua médica designó al estado peligroso o decisivo de un enfermo y que en filología designa en masculino al que es juez de las obras del espíritu y en neutro (critica) designa a la filología crítica. Es un préstamo del griego () que significa capaz de juzgar, adjetivo derivado con sufijo de relación -ikos.
El verbo también se asocia con una raíz indoeuropea *skribh que indica cortar, separar y discernir.
Según Google: Conjunto de opiniones o juicios que responden a un análisis y que pueden resultar positivos o negativos.
Criticar según la RAE: Analizar pormenorizadamente algo y valorarlo según los criterios propios de la materia de que se trate.
Crítico según la RAE: Inclinado a enjuiciar hechos y conductas generalmente de forma desfavorable.
Según la RAE: Juicio expresado, generalmente de manera pública, sobre un espectáculo, una obra artística, etc.
Según el diccionario francés de Larousse: Examen détaillé visant à établir la vérité, l'authenticité de quelque chose (Traducción : Examen detallado que pretende establecer la verdad, la autenticidad de algo).
Según el Oxford Languages: Evaluate (a theory or practice) in a detailed and analytical way. (Traducción: evaluar una teoría o práctica de una manera analítica detallada)A detailed analysis and assessment of something, especially a literary, philosophical, or political theory (Traducción: Análisis detallado y evaluación de algo, generalmente en teoría literaria, filosófica o política.
Según Google: Capacidad que tienen las personas de formar ideas y representaciones de la realidad en su mente, relacionando unas con otra.
A partir de las definiciones de “pensamiento” y de“crítica/criticar”, podemos intuir que el pensamiento crítico es la capacidad de formar ideas y representaciones de la realidad (pensamiento) a partir de analizar y juzgar detenidamente aquello sobre lo que se piensa (crítica). En otras palabras, es una forma de tratar de ir más allá de la representación actual de la realidad y buscar afinar la comprensión de esta mediante una serie de procedimientos intelectuales.Sin embargo, el significado del término “pensamiento crítico” no se limita a la suma de “pensamiento” y “crítica” sino que ha sido empleado evocando otros significados diferentes, lo que nos genera dificultades conceptuales. Por ello, expondremos a continuación los más relevantes para dar al término nuestro propio significado.
Según Ennis (1992), es un proceso de reflexión en búsqueda de la verdad natural de las cosas.Según Elder & Paul (2003), lo interpretan como el modo de pensar sobre cualquier tema, contenido o problema con patrones o estándares intelectuales, con el propósito de mejorar la calidad de pensamiento. En esta definición se aprecian tres componentes: el análisis, la evaluación y la creatividad.
Según https://www.youtube.com/watch?v=IPgdBai7HxY
Actitud de analizar y evaluar afirmaciones (opiniones) basado en el cuestionamiento de la realidad (preguntar cosas), actitud (no conformismo), inquietud por comprender las cosas, la autonomía (capacidad de darnos normas a nosotros mismos, identificar y definir nuestra propia filosofía de vida). No es una crítica destructiva, es un análisis de aquello que se dice o escribe.
¿Cómo hacerlo? No dar nada por hecho, pero sin caer en el escepticismo.
Según Geoff Pynn (Northern Illinois University), el pensamiento crítico es el tipo de pensamiento donde se ha estudiado detenidamente los argumentos que justifican aquello que pensamos. Asegurarse de que tenemos buenas (no en un sentido ético, sino probablemente verdadero) razones para creer en algo. Somos racionales y queremos ser razonables con el pensamiento crítico.
El Consejo Nacional para la Excelencia en el Pensamiento Crítico define el pensamiento crítico como un proceso intelectualmente disciplinado de conceptualizar, aplicar, analizar, sintetizar y/o evaluar activa y hábilmente la información recogida o generada por la observación, la experiencia, la reflexión, el razonamiento o la comunicación, como guía para la creencia y la acción ”. El proceso de pensamiento crítico evita que nuestra mente salte directamente a conclusiones.
Se podría resumir diciendo que el pensamiento crítico es un pensamiento cuidadoso dirigido a objetivos. Según José Carlos Ruiz (filósofo y divulgador), la capacidad que todos tenemos de entender nuestro mundo en interrelación con el mundo de los demás.
Según el ámbito de educación: En contextos educativos, una definición de pensamiento crítico expresa un programa práctico para lograr un objetivo educativo. Este objetivo educativo es el reconocimiento, la adopción y la implementación por parte de los estudiantes de esos criterios y estándares. Esa adopción e implementación a su vez, consiste en adquirir los conocimientos, habilidades y disposiciones de un pensador crítico.
Se trata de un tipo de pensamiento que se da a partir de pensar críticamente. Tanto la acción (pensar) como el resultado (pensamiento), requieren una actitud o espíritu crítico que haga dudar de una afirmación u opinión cualquiera. O, en otras palabras, tiene que existir una ambición por comprender y aproximarse a la verdad de cada cosa. Seguidamente a esto, podremos hablar de capacidad en tanto que se tratará de resolver la duda o desconfianza a partir de un análisis (análisis crítico) que juzgue y evalúe una realidad, hecho o proposición de forma autónoma. El resultado de este proceso será un pensamiento coherente, construido a partir de unas razones que nos confirman su validez.
El pensamiento crítico parte de nuestra racionalidad natural para actuar de forma razonable.
Además, esta forma de pensar puede ser adoptada como una “filosofía de vida”, gracias a la cual se conseguirá una autonomía e independencia ya que tendremos la capacidad de darnos normas a nosotros mismos, identificar y definir nuestra identidad y establecer nuestra propia filosofía de vida. Es precisamente esta capacidad la que ha intentado fomentarse desde la educación en institutos y universidades, cobrando el pensamiento crítico buena parte de su importancia en este ámbito.
Si el pensamiento crítico se concibe de manera amplia para cubrir cualquier pensamiento cuidadoso sobre cualquier tema para cualquier propósito, entonces la resolución de problemas y la toma de decisiones serán tipos de pensamiento crítico, si se hacen con cuidado. Históricamente, "pensamiento crítico" y "resolución de problemas" eran dos nombres para lo mismo. Si el pensamiento crítico se concibe de manera más restringida como consistente únicamente en la evaluación de productos intelectuales, entonces estará disconforme con la resolución de problemas y la toma de decisiones, que son constructivas.
Los objetivos de comprensión y aplicación, como sus nombres indican, implican comprender y aplicar la información. Las habilidades y destrezas de pensamiento crítico aparecen en las tres categorías más altas de análisis, síntesis y evaluación. La versión condensada de la taxonomía de Bloom ofrece los siguientes ejemplos de objetivos en estos niveles:
Objetivos de análisis: capacidad para reconocer supuestos no declarados, capacidad para comprobar la coherencia de hipótesis con información y supuestos dados, capacidad para reconocer las técnicas generales utilizadas en publicidad, propaganda y otros materiales persuasivos.Objetivos de síntesis: organizar ideas y declaraciones por escrito, capacidad para proponer formas de probar una hipótesis, capacidad para formular y modificar hipótesis.
Objetivos de evaluación: capacidad para indicar falacias lógicas, comparación de las principales teorías sobre culturas particulares.
Los objetivos de análisis, síntesis y evaluación de la taxonomía de Bloom llegaron a denominarse colectivamente “habilidades de pensamiento de orden superior” (Tankersley 2005: cap. 5).
Aunque la secuencia análisis-síntesis-evaluación imita las fases del análisis lógico del proceso de pensamiento reflexivo de Dewey (1933), generalmente no se ha adoptado la taxonomía de Bloom como modelo de un proceso de pensamiento crítico. Si bien elogia el valor inspirador de su relación de cinco categorías de objetivos de pensamiento a una categoría de objetivos de recuerdo, Ennis (1981b) señala que las categorías carecen de criterios aplicables a todos los temas y dominios. Por ejemplo, el análisis en química es tan diferente del análisis en la literatura que no tiene mucho sentido enseñar el análisis como un tipo general de pensamiento. Además, la jerarquía postulada parece cuestionable en los niveles más altos de la taxonomía de Bloom. Por ejemplo, la capacidad para indicar falacias lógicas difícilmente parece más compleja que la capacidad para organizar declaraciones e ideas por escrito.
Una versión revisada de la taxonomía de Bloom (Anderson et al. 2001) distingue el proceso cognitivo pretendido en un objetivo educativo (como ser capaz de recordar, comparar o verificar) del contenido informativo del objetivo ("conocimiento"), que puede ser fáctico, conceptual, procedimental o metacognitivo. El resultado es una lista de seis tipos principales de procesos cognitivos dirigidos por los profesores: recordar, comprender, aplicar, analizar, evaluar y crear. Los autores mantienen la idea de una jerarquía de complejidad creciente, pero reconocen cierta superposición, por ejemplo, entre comprensión y aplicación. Y mantienen la idea de que el pensamiento crítico y la resolución de problemas atraviesan los procesos cognitivos más complejos. Los términos 'pensamiento crítico' y 'resolución de problemas', escriben:
En la taxonomía revisada, solo unas pocas subcategorías, como inferir, tienen suficientes puntos en común para ser tratados como una capacidad de pensamiento crítico distinta que podría enseñarse y evaluarse como una capacidad general.
Por lo tanto, las llamadas "habilidades de pensamiento de orden superior" en los niveles superiores de análisis, síntesis y evaluación de la taxonomía son solo habilidades de pensamiento crítico, aunque no vienen con criterios generales para su evaluación.
El pensamiento creativo, se superpone con el pensamiento crítico. Pensar en la explicación de algún fenómeno o evento, como en Ferryboat, requiere imaginación creativa para construir hipótesis explicativas plausibles. Del mismo modo, pensar en una pregunta de política, como en Candidato, requiere creatividad para proponer opciones. Por el contrario, la creatividad en cualquier campo debe equilibrarse mediante una evaluación crítica del borrador de la pintura o la novela o la teoría matemática.
- Diferencia entre pensamiento y espíritu crítico
El espíritu crítico hace referencia a la actitud que duda y sospecha de la veracidad de las afirmaciones, opiniones o de la propia realidad. Por ello, Elder y Paul, consideran que el espíritu crítico es una de las siete aptitudes mentales del pensamiento crítico.
- Diferencia entre pensamiento crítico y teoría crítica. Extraído de un seminario en la Universidad de Columbia en el que pude participar. Profesor Bernard E. Harcourt.
La teoría crítica no es lo mismo que el pensamiento crítico. La teoría crítica se basa en seis elementos: la reflexividad del crítico; la importancia central de las ideas/conceptos de mentalidad como necesarios para mediar la objeción; el método de la crítica inmanente ; el método de la ideología crítica; la relación muy estrecha entre la teoría y la práctica (cambiar el mundo); y cambiar el mundo desde la idea de la emancipación. Como podemos observar, la teoría crítica tiene un componente más político, vinculado a la transformación del sistema ya que se nutre en buena parte de la crítica de Marx. El pensamiento crítico en cambio puede aplicarse para cuestionar cosas más concretas o sencillas, como puede ser una frase.
- Diferencia entre pensamiento crítico y filosofía crítica: Redactar y completar con Kant. Extraído de un seminario en la Universidad de Columbia en el que pude participar. Profesor Bernard E. Harcourt.
Cuando hablamos de filosofía crítica, la mayoría de las veces nos referimos a Kant y a la tradición kantiana. La filosofía crítica de Kant tenía dos caminos, además de la teoría crítica. Las confrontaciones de la lectura de esos produjeron las diferentes concepciones de lo que es la crítica. En Kant, existía la forma de vincular la noción de crítica a la noción de latina de cri (distinción, diferenciación entre verdadero y falso, ilusión). Crear esta distinción es un trabajo que se inclina en la dirección de tratar de encontrar la verdad. El segundo trabajo se inclina hacia la posibilidad de conocer lo que se considera verdad y al mismo tiempo estas estructuras kantianas de condiciones de posibilidad de conocer desvían la idea de que sólo se puede conocer algo a través de la condición de posibilidad histórica, por lo que lo que debemos estudiar es la genealogía, las condiciones y posibilidades de pensar como lo hacemos hoy en día.
De estas anotaciones podemos entender que el pensamiento crítico de Dewey está muy próximo a esta corriente que surge a partir del pensamiento de Kant que, bajo el lema de sapere aude (atrévete a saber), pretende distinguir entre lo verdadero y lo falso a partir de la razón.
Sin embargo, no podemos afirmar que sean la misma cosa, ya que el pensamiento crítico amplía esta idea kantiana con otros aspectos más prácticos, introspectivos y creativos.
Si el núcleo del pensamiento crítico, como hemos visto en el método semántico, es el pensamiento cuidadoso dirigido a objetivos, las concepciones del mismo pueden variar de acuerdo con su alcance supuesto, su objetivo supuesto, el criterio y el umbral de uno para ser cuidadoso, y el componente de pensamiento en el que uno se centra.
Según su alcance:
- Limitado a la base de observaciones y experimentos (Dewey)
- Alcanza la valoración de los productos del pensamiento.
Según su objetivo:
- Formación de un juicio
- Permiten las acciones y las creencias como resultado del proceso de pensamiento crítico.
Según los criterios para ser cuidadoso (estas especificaciones variantes de normas para el pensamiento crítico no son necesariamente incompatibles entre sí):
- "intelectualmente disciplinado" (Scriven y Paul 1987)
- "razonable" (Ennis 1991). Stanovich y Stanovich (2010) proponen fundamentar el concepto de pensamiento crítico en el concepto de racionalidad, que entienden como la combinación de la racionalidad epistémica (adecuar las creencias al mundo) y la racionalidad instrumental (optimizar el cumplimiento de metas); un pensador crítico, en su opinión, es alguien con "una propensión a anular las respuestas subóptimas de la mente autónoma".
- "hábil" (Lipman 1987)- “la consideración de cualquier creencia o supuesta forma de conocimiento a la luz de los fundamentos que la sustentan y las conclusiones adicionales a las que tiende” (Dewey 1910, 1933);
Según el componente de pensamiento:
- Suspensión del juicio durante el pensamiento (Dewey y Mcpeck)
- Investigación mientras el juicio está suspendido (Bailin y Battersby 2009)
- El juicio resultante (Facione 1990a)
- La subsiguiente respuesta emotiva a este juicio (Siegel 1988).
Según incluye o no un componente moral
- Dewey, como la mayoría de pensadores, separa el pensamiento crítico con el desarrollo de la comparación social entre escolares.
- Ennis añade al pensamiento crítico la descripción de que es fundamental para poder preocuparse de la dignidad y del valor de cada persona.
Ver https://medicoplus.com/psicologia/tipos-pensamiento
El pensamiento crítico es uno de los 24 tipos principales de pensamiento e interactúa con otros tipos de pensamiento, tales como:
- El pensamiento conceptual
- El pensamiento interrogativo
- El pensamiento investigativo
- El pensamiento divergente
- El pensamiento lógico
- El pensamiento sistémico
- El pensamiento reflexivo
- El pensamiento deductivo
El pensamiento crítico ocupa una plaza importante dentro de las corrientes epistemológicas, al ser una de las cinco posiciones respecto a la confianza en la posibilidad de conocer.
A) El dogmatismo
B) El escepticismo
C) El subjetivismo y el relativismo
D) El pragmatismo
E) El criticismo o pensamiento crítico
Se trata de una postura contraria al dogmatismo ya que se interroga por las fuentes del conocimiento con desconfianza con el fin de poder confirmar con seguridad que comprende aquello que conoce y que este conocimiento es fiable.
El pensamiento crítico está estrechamente ligado con la filosofía, forma parte de la razón de ser de esta. La filosofía no es otra cosa que la búsqueda del conocimiento a partir de plantearse unas cuestiones fundamentales que ayuden a posicionarnos y a aproximarnos a este. Pueden ser vistos bajo esta definición como semejantes, con la diferencia de que la filosofía estructura y sistematiza el pensamiento crítico en una disciplina académica.
Además, podemos ver el pensamiento crítico en otras disciplinas y otras aplicaciones laborales, aunque con menor incidencia a la filosofía, como podría ser el periodismo, o un juez que tiene que evaluar y quedarse con la información verdadera para establecer un juicio correcto.
John Dewey introdujo el término "pensamiento crítico" como el nombre de un objetivo educativo, que identificó con una actitud mental científica.
Lo definió como“Consideración activa, persistente y cuidadosa de cualquier creencia o supuesta forma de conocimiento a la luz de los fundamentos que la sustentan y las conclusiones posteriores a las que tiende.”
Así, Dewey lo identificó como un hábito de tal consideración como una actitud científica. Sus largas citas de Francis Bacon, John Locke y John Stuart Mill indican que él no fue la primera persona en proponer el desarrollo de una actitud científica mental como objetivo educativo.
Las ideas de Dewey fueron puestas en práctica por algunas de las escuelas que participaron en el Estudio de Ocho Años en la década de 1930 patrocinado por la Asociación de Educación Progresista en los Estados Unidos. Para este estudio, 300 universidades acordaron considerar para la admisión a graduados de 30 escuelas secundarias seleccionadas o sistemas escolares de todo el país que experimentaron con el contenido y los métodos de enseñanza, incluso si los graduados no habían completado el plan de estudios de secundaria prescrito en ese momento. Un propósito del estudio fue descubrir a través de la exploración y la experimentación cómo las escuelas secundarias en los Estados Unidos podrían servir a los jóvenes de manera más efectiva (Aikin 1942). En particular, los funcionarios escolares creían que los jóvenes en una democracia deberían desarrollar el hábito del pensamiento reflexivo y la habilidad para resolver problemas (Aikin 1942: 81). Por tanto, el trabajo de los estudiantes en el aula consistía más a menudo en un problema que resolver que en una lección que aprender. Especialmente en matemáticas y ciencias, las escuelas se esforzaron por brindar a los estudiantes experiencia en el pensamiento lógico y claro a medida que resolvían problemas.
El pensamiento crítico o reflexivo se origina con la percepción de un problema. Es una cualidad de pensamiento que opera en un esfuerzo por resolver el problema y llegar a una conclusión tentativa que esté respaldada por todos los datos disponibles. Realmente es un proceso de resolución de problemas que requiere el uso de perspicacia creativa, honestidad intelectual y buen juicio. Es la base del método de investigación científica. El éxito de la democracia depende en gran medida de la disposición y capacidad de los ciudadanos para pensar de forma crítica y reflexiva sobre los problemas que necesariamente deben afrontar, y mejorar la calidad de su pensamiento es uno de los principales objetivos de la educación. (Comisión sobre la relación entre la escuela y la universidad de la Asociación de educación progresiva, 1943: 745–746)
En 1933, Dewey publicó una edición extensamente reescrita de su How We Think, con el subtítulo “Una reafirmación de la relación del pensamiento reflexivo con el proceso educativo”. Aunque la reformulación conserva la estructura básica y el contenido del libro original, Dewey realizó una serie de cambios.
Reescribió y simplificó su análisis lógico del proceso de reflexión, hizo sus ideas más claras y definidas, reemplazó los términos 'inducción' y 'deducción' por las frases 'control de datos y evidencia' y 'control de razonamiento y conceptos', agregó más ilustraciones, reorganizó los capítulos y revisó las partes sobre la enseñanza para reflejar los cambios en las escuelas desde 1910.
Glaser (1941) informa en su tesis doctoral el método y los resultados de un experimento en el desarrollo del pensamiento crítico realizado en el otoño de 1938. Él define el pensamiento crítico como Dewey definió el pensamiento reflexivo:
El pensamiento crítico exige un esfuerzo persistente para examinar cualquier creencia o supuesta forma de conocimiento a la luz de la evidencia que la respalda y las conclusiones adicionales a las que tiende. (Glaser 1941: 6; cf. Dewey 1910: 6; Dewey 1933: 9).
El aspecto del pensamiento crítico que parece más susceptible de mejora general es la actitud de estar dispuesto a considerar de manera reflexiva los problemas y temas que entran en el ámbito de la propia experiencia. Una actitud de querer evidencia de creencias está más sujeta a una transferencia general. El desarrollo de la habilidad para aplicar los métodos de investigación y razonamiento lógicos, sin embargo, parece estar específicamente relacionado con, y de hecho limitado por, la adquisición de conocimientos y hechos pertinentes relacionados con el problema o el tema hacia el cual se va a dirigir el pensamiento. (Glaser 1941: 175)
Los resultados de las pruebas repetidas y el comportamiento observable indicaron que los estudiantes en el grupo de intervención mantuvieron su crecimiento en la capacidad de pensar críticamente durante al menos seis meses después de la instrucción especial.
En 1948, un grupo de examinadores universitarios de EE. UU. Decidió desarrollar taxonomías de objetivos educativos con un vocabulario común que pudieran utilizar para comunicarse entre sí sobre los elementos de las pruebas. La primera de estas taxonomías, para el dominio cognitivo, apareció en 1956 (Bloom et al. 1956) e incluía objetivos de pensamiento crítico. Se la conoce como taxonomía de Bloom. Una segunda taxonomía, para el dominio afectivo (Krathwohl, Bloom y Masia 1964), y una tercera taxonomía, para el dominio psicomotor (Simpson 1966-67), aparecieron más tarde. Cada una de las taxonomías es jerárquica, y el logro de un objetivo educativo superior supuestamente requiere el logro de los correspondientes objetivos educativos inferiores.
La taxonomía de Bloom tiene seis categorías principales. De menor a mayor, son conocimiento, comprensión, aplicación, análisis, síntesis y evaluación. Dentro de cada categoría, hay subcategorías, también ordenadas jerárquicamente desde lo educativo anterior a lo educativo posterior. La categoría más baja, aunque denominada "conocimiento", se limita a los objetivos de recordar información y poder recordarla o reconocerla, sin mucha transformación más allá de organizarla (Bloom et al. 1956: 28-29). Las cinco categorías superiores se denominan colectivamente "habilidades y destrezas intelectuales" (Bloom et al. 1956: 204). El término es simplemente otro nombre para las habilidades y destrezas de pensamiento crítico:
Aunque la información o el conocimiento se reconocen como un resultado importante de la educación, muy pocos profesores se sentirían satisfechos con considerar esto como el resultado principal o único de la instrucción. Lo que se necesita es alguna evidencia de que los estudiantes pueden hacer algo con sus conocimientos, es decir, que pueden aplicar la información a nuevas situaciones y problemas. También se espera que los estudiantes adquieran técnicas generalizadas para abordar nuevos problemas y nuevos materiales. Así, se espera que cuando el alumno se encuentre con un nuevo problema o situación, seleccione una técnica adecuada para atacarlo y aportará la información necesaria, tanto hechos como principios. Esto ha sido etiquetado como "pensamiento crítico" por algunos, "pensamiento reflexivo" por Dewey y otros, y "resolución de problemas" por otros.
Los objetivos de comprensión y aplicación, como sus nombres indican, implican comprender y aplicar la información. Las habilidades y destrezas de pensamiento crítico aparecen en las tres categorías más altas de análisis, síntesis y evaluación. La versión condensada de la taxonomía de Bloom (Bloom et al. 1956: 201-207) ofrece los siguientes ejemplos de objetivos en estos niveles:
Objetivos de análisis: capacidad para reconocer supuestos no declarados, capacidad para comprobar la coherencia de hipótesis con información y supuestos dados, capacidad para reconocer las técnicas generales utilizadas en publicidad, propaganda y otros materiales persuasivos.Objetivos de síntesis: organizar ideas y declaraciones por escrito, capacidad para proponer formas de probar una hipótesis, capacidad para formular y modificar hipótesis.
Objetivos de evaluación: capacidad para indicar falacias lógicas, comparación de las principales teorías sobre culturas particulares.
Los objetivos de análisis, síntesis y evaluación de la taxonomía de Bloom llegaron a denominarse colectivamente “habilidades de pensamiento de orden superior” (Tankersley 2005: cap. 5). Aunque la secuencia análisis-síntesis-evaluación imita las fases del análisis lógico del proceso de pensamiento reflexivo de Dewey (1933), generalmente no se ha adoptado como modelo de un proceso de pensamiento crítico. Si bien elogia el valor inspirador de su relación de cinco categorías de objetivos de pensamiento a una categoría de objetivos de recuerdo, Ennis (1981b) señala que las categorías carecen de criterios aplicables a todos los temas y dominios. Por ejemplo, el análisis en química es tan diferente del análisis en la literatura que no tiene mucho sentido enseñar el análisis como un tipo general de pensamiento. Más lejos, la jerarquía postulada parece cuestionable en los niveles más altos de la taxonomía de Bloom. Por ejemplo, la capacidad para indicar falacias lógicas difícilmente parece más compleja que la capacidad para organizar declaraciones e ideas por escrito.
Una versión revisada de la taxonomía de Bloom (Anderson et al. 2001) distingue el proceso cognitivo pretendido en un objetivo educativo (como ser capaz de recordar, comparar o verificar) del contenido informativo del objetivo ("conocimiento"), que puede ser fáctico, conceptual, procedimental o metacognitivo. El resultado es la denominada "Tabla de taxonomía" con cuatro filas para los tipos de contenido informativo y seis columnas para los seis tipos principales de procesos cognitivos. Los autores nombran los tipos de procesos cognitivos por verbos, para indicar su estado como actividades mentales. Cambian el nombre de la categoría 'comprensión' a 'comprender' y de la categoría 'síntesis' a 'crear', y cambian el orden de síntesis y evaluación. El resultado es una lista de seis tipos principales de procesos cognitivos dirigidos por los profesores: recordar, comprender, aplicar, analizar, evaluar y crear. Los autores mantienen la idea de una jerarquía de complejidad creciente, pero reconocen cierta superposición, por ejemplo, entre comprensión y aplicación. Y mantienen la idea de que el pensamiento crítico y la resolución de problemas atraviesan los procesos cognitivos más complejos. Los términos 'pensamiento crítico' y 'resolución de problemas', escriben:
Se utilizan ampliamente y tienden a convertirse en ‘piedras angulares’ del énfasis del plan de estudios. Ambos generalmente incluyen una variedad de actividades que podrían clasificarse en celdas dispares de la Tabla de taxonomía. Es decir, en cualquier caso dado, los objetivos que involucran la resolución de problemas y el pensamiento crítico probablemente requieran procesos cognitivos en varias categorías en la dimensión del proceso. Por ejemplo, pensar críticamente sobre un tema probablemente implica algún conocimiento conceptual para analizar el tema. Luego, uno puede evaluar diferentes perspectivas en términos de los criterios y, quizás, crear una perspectiva novedosa pero defendible sobre este tema. (Anderson et al. 2001: 269-270; cursiva en el original)
En la taxonomía revisada, solo unas pocas subcategorías, como inferir, tienen suficientes puntos en común para ser tratados como una capacidad de pensamiento crítico distinta que podría enseñarse y evaluarse como una capacidad general.
Una contribución histórica a la erudición filosófica sobre el concepto de pensamiento crítico fue un artículo de 1962 en la Harvard Educational Review de Robert H. Ennis, con el título “Un concepto de pensamiento crítico: una base propuesta para la investigación en la enseñanza y evaluación del pensamiento crítico habilidad ”(Ennis 1962). Ennis tomó como punto de partida una concepción del pensamiento crítico presentada por B. Othanel Smith:
Consideraremos pensar en términos de las operaciones involucradas en el examen de declaraciones en las que nosotros, u otros, podamos creer. Un orador declara, por ejemplo, que “Libertad significa que las decisiones en el esfuerzo productivo de Estados Unidos no se toman en la mente de una burocracia sino en el libre mercado”. Ahora bien, si nos dispusiéramos a averiguar qué significa esta afirmación y a determinar si la aceptamos o la rechazamos, estaríamos comprometidos en un pensamiento que, a falta de un término mejor, llamaremos pensamiento crítico. Si uno desea decir que esta es solo una forma de resolución de problemas en la que el propósito es decidir si lo que se dice es confiable o no, no objetaremos. Pero para nuestros propósitos elegimos llamarlo pensamiento crítico. (Smith 1953: 130)
Añadiendo un componente normativo a esta concepción, Ennis definió el pensamiento crítico como “la evaluación correcta de los enunciados” (Ennis 1962: 83). Sobre la base de esta definición, distinguió 12 “aspectos” del pensamiento crítico correspondientes a tipos o aspectos de declaraciones, como juzgar si una declaración de observación es confiable y captar el significado de una declaración. Señaló que no incluyó juzgar declaraciones de valor. Atravesando los 12 aspectos, distinguió tres dimensiones del pensamiento crítico: lógica (juzgar las relaciones entre los significados de las palabras y los enunciados), criterio (conocimiento de los criterios para juzgar los enunciados) y pragmático (la impresión del propósito de fondo). Para cada aspecto, Ennis describió las dimensiones aplicables, incluidos los criterios.
En los años setenta y ochenta hubo un aumento de la atención al desarrollo de las habilidades de pensamiento. La Conferencia Internacional anual sobre Pensamiento Crítico y Reforma Educativa atrajo desde su inicio en 1980 a decenas de miles de educadores de todos los niveles. En 1983, el College Entrance Examination Board proclamó el razonamiento como una de las seis competencias académicas básicas que necesitan los estudiantes universitarios. Los departamentos de educación de los Estados Unidos y de todo el mundo comenzaron a incluir objetivos de pensamiento en sus pautas curriculares para las materias escolares.
El pensamiento crítico es el proceso de pensar en ideas o situaciones para comprenderlas completamente, identificar sus implicaciones, emitir un juicio y / o guiar la toma de decisiones. El pensamiento crítico incluye habilidades como cuestionar, predecir, analizar, sintetizar, examinar opiniones, identificar valores y problemas, detectar sesgos y distinguir entre alternativas. Los estudiantes a los que se les enseñan estas habilidades se convierten en pensadores críticos que pueden ir más allá de las conclusiones superficiales hacia una comprensión más profunda de los problemas que están examinando. Pueden participar en un proceso de investigación en el que exploran cuestiones complejas y multifacéticas, y preguntas para las que puede no haber respuestas claras.
Suecia responsabiliza a las escuelas de garantizar que cada alumno que complete la escuela obligatoria “pueda hacer uso del pensamiento crítico y formular de forma independiente puntos de vista basados en el conocimiento y las consideraciones éticas”. A nivel universitario, una nueva ola de libros de texto de introducción a la lógica, iniciada por Kahane (1971), aplicó las herramientas de la lógica a los problemas sociales y políticos contemporáneos. A su paso, los colegios y universidades de América del Norte transformaron su curso de introducción a la lógica en un curso de servicio de educación general con un título como "pensamiento crítico" o "razonamiento". En 1980, los fideicomisarios de las universidades y colegios del estado de California aprobaron como requisito de educación general un curso de pensamiento crítico, que se describe a continuación:La instrucción en pensamiento crítico debe diseñarse para lograr una comprensión de la relación del lenguaje con la lógica, lo que debe conducir a la capacidad de analizar, criticar y defender ideas, razonar de manera inductiva y deductiva y llegar a conclusiones fácticas o de juicio basadas en inferencias sólidas extraídas de declaraciones inequívocas de conocimiento o creencia. La competencia mínima que se espera al concluir con éxito la instrucción en pensamiento crítico debe ser la capacidad de distinguir los hechos del juicio, la creencia del conocimiento y las habilidades en los procesos inductivos y deductivos elementales, incluida la comprensión de las falacias formales e informales del lenguaje y pensamiento. (Dumke 1980)
Desde diciembre de 1983, la Asociación para la Lógica Informal y el Pensamiento Crítico ha patrocinado sesiones en las tres reuniones divisionales anuales de la Asociación Filosófica Americana. En diciembre de 1987, el Comité de Filosofía Preuniversitaria de la Asociación Filosófica Estadounidense invitó a Peter Facione a realizar una investigación sistemática sobre el estado actual del pensamiento crítico y la evaluación del pensamiento crítico. Facione reunió a un grupo de otros 46 filósofos y psicólogos académicos para participar en un proceso Delphi de múltiples rondas, cuyo producto se tituló Pensamiento crítico: una declaración de consenso de expertos para fines de evaluación e instrucción educativas (Facione 1990a). La declaración enumeró las habilidades y disposiciones que deberían ser los objetivos de un curso de pregrado de nivel inferior en pensamiento crítico.
Los líderes políticos y empresariales contemporáneos expresan su apoyo al pensamiento crítico como objetivo educativo. En su discurso sobre el estado de la Unión de 2014 (Obama 2014), el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, enumeró el pensamiento crítico como una de las seis habilidades para la nueva economía a la que apunta su programa Race to the Top. Un artículo en la revista de negocios Forbes informó que la habilidad laboral número uno, encontrada en nueve de cada 10 de los trabajos más demandados, era el pensamiento crítico, definido como "usar la lógica y el razonamiento para identificar las fortalezas y debilidades de soluciones alternativas, conclusiones o enfoques de problemas". En respuesta a tales afirmaciones, la Comisión Europea ha financiado "Pensamiento crítico en los currículos de educación superior europeos", un proyecto de investigación de nueve países para desarrollar directrices para la calidad en la instrucción del pensamiento crítico en instituciones europeas de educación superior, sobre la base de los investigadores 'hallazgos de las habilidades y disposiciones de pensamiento crítico que los empleadores esperan de los recién graduados (Domínguez 2018a; 2018b).
Similitud 1: Los dos parten de la misma motivación: desconfianza de la información y el conocimiento, ambición por aproximarse más a la verdad/comprensión.
Similitud 2: Su posición se encuentra al otro extremo de los dogmas, ya que buscan acabar con estos.
Similitud 3: Las dos propuestas consideran fundamental interrogarse por la persona que conoce a través del autoanálisis.
Similitud 4: Ambas tienen una finalidad práctica, buscando resolver problemas, contradicciones y actuar mejor.
¿Qué es? “La capacidad que todos tenemos de entender nuestro mundo en interrelación con el mundo de los demás. Hay diferentes niveles.” Dos elementos fundamentales:
- Las circunstancias que nos configuran y no podemos elegir.
- Necesidad de educar para ver más allá del contexto. Esencial para que el pensamiento evolucione. La capacidad de cuestionarse las cosas se ancla, no evoluciona.
¿Cómo asociar la filosofía con el pensamiento crítico?
Estoicismo (discutible, hay mejores ejemplos).
¿Qué cosas dependen de mí? Mis opiniones, hay que cuidarles; mis aspiraciones (elegirlas desde mis circunstancias y contexto); mis limitaciones (conócelas).
¿Qué cosas no dependen de nosotros? La opinión que tengan los demás hacia nosotros, los afectos de los demás; y los logros de los demás.
Diferencia 1: La insatisfacción de Sapiens nace de un reduccionismo de las cosas, ya que solo se ven desde un prisma. Por ello, propone conectar diferentes prismas del objeto de estudio para comprender mejor su complejidad y en consecuencia actuar mejor. El pensamiento crítico, nace de la confianza más general hacia las creencias y afirmaciones, principalmente porque se sitúa en la época donde la razón sustituye a Dios. Por esto, trata de otorgar un gran peso a nuestro raciocinio, con el fin último de conseguir una independencia del individuo con las creencias de su contexto.
Diferencia 2: el pensamiento crítico trata de aproximarse generalmente a la autenticidad de aquello que estudia mediante el análisis detenido de los argumentos. Se trata de un análisis tanto deductivo (lógica) como inductivo (observación). Sapiens trata de aproximarse a la autenticidad de aquello que estudia mediante la conexión del conocimiento y, para ello, lleva a cabo sus cinco métodos.
Diferencia 3: Si bien hay métodos de Sapiens que están presentes en el pensamiento crítico (por ejemplo, en la comparación del objeto de estudio con otros similares para distinguir bien los significados), Sapiens va más allá. Esto se debe a que, además de tener una actitud y pensamiento crítico, la metodología Sapiens permite situar el objeto de estudio en relación con un todo (teoría de sistemas) gracias a generar unas categorías que facilitan la comprensión. El pensamiento crítico, en cambio, es más exhaustivo desde un punto de vista lógico con el análisis de los argumentos y las premisas, evitando dar por supuesto argumentos ampliativos o falaces.
Diferencia 4: Sapiens ordena la información y nos ayuda a situar y comprender el objeto de estudio mediante los armarios, estantes y cajones, pero no da o produce la información, mientras que el pensamiento crítico verifica la información y el conocimiento para asegurarnos de la validez de cada uno de estos.
A partir de esta síntesis de las similitudes y diferencias podemos concluir diciendo que la metodología de Sapiens y el pensamiento crítico son complementarias, ya que ocupan diferentes aspectos cognitivos y se enfrentan a la misma preocupación: comprender bien las cosas para actuar libres de dogmas.